Escrita en el aire,
como perdida letra en ascenso
liberada al espacio, quemando estrellas,
como palabra sin testigo.
Una caída de almas reducidas
en ausencia y distancia,
acercándose, incrédulas...
al punto de impacto.
Organismos… vivos en mi conciencia,
de un irreversible pasado,
hacia el desahogo eterno.
Perennes lágrimas bajo párpados de prisión
en ojos vestidos de vértigo
custodiando un sueño.
Enmohecido resguardo imperante,
para una desnuda paloma, silenciosa,
anhelante por regresar...
Se Cierran las puertas,
el aire se expande,
y un mensaje que surge:
Los pájaros volverán a su nido,
vuelos, sueños, memoria…
La tarde acosa al olvido
y su noche aguarda serena
un permiso clandestino.
Serena noche de guardia
en ojos terrenales,
abren paso al caos,
al adiós echado a perder.
* texto original octubre de 1997, reescrita en septiembre de 2005.
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